miércoles, 29 de mayo de 2019

Libertad en la vida cotidiana

Podcast semanal #032 de Crisálida, escuela de Alquimia Espiritual, incluido en el programa radial "Ágape, queremos vivir en concordia" conducido por María Silvina GonzálezEl audio, seguido por su transcripción, para escuchar o leer, como más te guste.








Bienvenidos al espacio de Crisálida, escuela de Alquimia Espiritual, fundada por quien les habla, Carolina Iglesias.

Esta semana te invito a explorar la libertad de ser en las rutinas personales de la vida cotidiana. Nuestra rutina personal suele tener muchos horarios y normas que no dependen de nuestra elección libre. Sin embargo, existen un sinnúmero de opciones en torno a dichas normas en las que sí somos plenamente libres.

Te propongo hacer un rápido recorrido por algunas rutinas cotidianas bastante generales para  ilustrar a qué me refiero. Si bien la hora de ingreso a tu trabajo o la hora en que los chicos entran al colegio no es algo que elegimos en forma particular, sí tenemos varias opciones en torno a esta situación. Para empezar, podemos elegir cuánto tiempo antes de salir nos vamos a despertar y con qué celeridad vamos a experimentar el rato entre que nos despertamos y el momento de salir de casa. ¿Qué priorizo, dormir un rato más o hacer de ese rato un momento relajado? Con respecto a cómo despertarnos, la tecnología nos brinda la oportunidad de elegir no solo el sonido o música que nos despertará, sino también el volumen. ¿Con qué frecuencia te permitís cambiar algo tan básico como el sonido con el que despertás? Tenemos libertad de elegir no solo con qué desayunar, sino en qué momento desayunar, con qué desayunar y en qué ambiente de la casa desayunar.

Somos libres de elegir realizar alguna actividad física, optar por la variante que más nos entusiasme, y cambiarla cuantas veces queramos. Tenemos también la libertad de elegir por ejemplo los elementos para nuestro aseo personal como las fragancias del jabón y la presentación del desodorante. Todos somos libres de elegir cómo llevar el pelo y qué tipo de ropa usar. Elegimos los colores, las texturas y los accesorios. Somos libres de elegir cómo informarnos, desde el formato de las noticias hasta la tendencia ideológica que más nos guste. En nuestra casa, somos libres de elegir cómo organizarla, decorarla, y con qué frecuencia limpiarla.  A la hora de hacer las compras, somos libres de elegir priorizar precio, calidad, cantidad, marca, cercanía y simpatía del proveedor para cada producto que compramos.

En lo que respecta a la vida social, somos plenamente libres de elegir a nuestros amigos y las actividades que nos gusta compartir con ellos. Tenemos libertad de elegir cómo entretenernos, qué leer, qué películas mirar y qué actividades desarrollar. El momento de acostarnos también está rodeado de elecciones libres.

Cuando empezamos a prestar atención a la multiplicidad de elecciones libres que tenemos a lo largo del día, vamos descubriendo más y más espacios en los que ejercer nuestra libertad de ser. Sin embargo, esta exploración también genera una toma de conciencia acerca dónde tenemos limitaciones internas a elecciones que son libres, por ejemplo dónde nos resistimos a probar cosas nuevas, hábitos que hacemos en forma automática que no sabemos cómo los instalamos, mandatos familiares y sociales, incluso mandatos publicitarios y propios del desesperado aliento al consumo constante.

Este ejercicio que te propongo puede a la vez entusiarmarte y frustrarte. La buena noticia es que si te atrevés a observarte en forma sincera y sin ánimo de crítica,  tendrás la oportunidad de ser agente de tu autoliberación, transformándote en una persona más confiada, segura de sí misma y muy creativa.

Si te entusiasma la aventura de descubrir quién eras antes de que te dijeran quién ser, te espero en mi página de Facebook, @CrisalidaAlquimia.

¡Hasta la próxima!

miércoles, 22 de mayo de 2019

¿Estrés o energías de alta frecuencia?



Podcast semanal #031 de Crisálida, escuela de Alquimia Espiritual, incluido en el programa radial "Ágape, queremosvivir en concordia" conducido por María Silvina GonzálezEl audio, seguido por su transcripción, para escuchar o leer, como más te guste.



  


Bienvenidos al espacio de Crisálida, escuela de Alquimia Espiritual, fundada por quien les habla, Carolina Iglesias.

Siguiendo con la exploración de la libertad de ser, hoy vamos a combinar la libertad de sentir con la libertad de interpretación de lo que nos sucede.

Para eso te invito a recordar momentos en los que estás por hacer algo que es importante para vos, como por ejemplo antes de dar un examen, ir a una entrevista de trabajo, hacer una presentación frente a un nuevo cliente, o un momento como podría ser la presentación de tu libro o una charla en la que te vas a exponer públicamente. También puede ser, para los deportistas, los momentos previos a un gran partido; o para los actores, antes de un estreno. Lo que te voy a contar también es válido para antes de que nos realicen un procedimiento médico o de ir al dentista; o antes de llegar a una reunión que se presenta como conflictiva.

Antes de estas situaciones solemos sentir algo bien palpable, algo que el entorno ha etiquetado como “nervios” o “estrés”. Y todos decimos que antes de esas situaciones nos sentimos “nerviosos” o “ansiosos”.

¿Qué tal si eso que sentimos no fueran nervios? ¿Qué tal si eso que sentimos antes de algo que nos entusiasma, de algo que nos desafía o antes de algo que nos produce cierta inseguridad no fueran nervios? ¿Qué tal si fuera otra cosa?
Claramente se trata de una energía lo suficientemente fuerte como para no pasar desapercibida. Una energía que en muchos casos es incluso mucho más fuerte antes del momento en cuestión que durante el desarrollo del mismo.

¿Qué tal si eso que sentimos fuera una de las formas que el Universo tiene de aportarnos un extra de energía para enfrentar el momento que sigue? ¿Qué tal si eso que sentimos no son nervios, sino energías de muy alta frecuencia que se manifiestan para apoyarnos, alentarnos y acompañarnos en eso que se viene que es tan importante para nosotros? ¿Y qué tal si esa energía se presenta de una manera tan fuerte como un recordatorio ineludible que nos dice: “Recordá que no estás sola. Recordá que tenés apoyo invisible pero palpable respaldándote, acompañándote y brindándote todo lo que necesites”?

Ante esa sensación eléctrica tan clara y tangible, tenemos la libertad de interpretarla como nervios, miedo o ansiedad, o como una ayuda: un extra de energía amorosa y contenedora. Eso sería libertad de interpretación.

Al mismo tiempo, tenemos la libertad de sentir. Si  interpretamos esa sensación como nervios o miedo, la reacción automática será querer a suprimirla, reprimirla o hasta rechazarla completamente si nos tomamos algo para no sentirla.

Sin embargo, si nos permitimos  la libertad absoluta de sentir, incluso podemos permitirnos interpretar esa sensación como “nervios” y sentirlos plenamente, sin resistirlos, volviéndonos el espacio donde los nervios tienen libertad de expresión.

Desde Crisálida, te invito a que la próxima vez que percibas una sensación que etiquetes como nervios o estrés, te des la oportunidad de cambiar su interpretación y responder con apertura en lugar de rechazarla con resistencia. De esa manera estarás creando deliberadamente tu experiencia de la realidad y vivirás en forma muy distinta los momentos previos a ese evento que es tan importante para vos.

El respaldo “científico” de esto es que una vez que “salís a escena”, esta sensación afloja, porque no es la intención del Universo sumarte tensión ni hacerte el momento más difícil, sino sumar apoyo, sumar consciencia de apoyo.
Interpretar las sensaciones fuertes como nervios o energías de apoyo es parte de la libertad de ser. Aceptarlas y sentirlas plenamente, o rechazarlas y anularlas, también. ¿Qué vas a elegir la próxima vez que te visiten?

Si te entusiasma la aventura de descubrir quién eras antes de que te dijeran quién ser, te espero en mi página de Facebook, @CrisalidaAlquimia.

¡Hasta la próxima!

miércoles, 15 de mayo de 2019

Libertad de sentir: herramientas para una mente activa


Podcast semanal #30 de Crisálida, escuela de Alquimia Espiritual, incluido en el programa radial "Ágape, queremosvivir en concordia" conducido por María Silvina GonzálezEl audio, seguido por su transcripción, para escuchar o leer, como más te guste.




Bienvenidos al espacio de Crisálida, escuela de Alquimia Espiritual, fundada por quien les habla, Carolina Iglesias.

Continuando con el desarrollo de la libertad de ser, y específicamente con la exploración de la libertad de sentir, hoy te voy a compartir algunas herramientas para que puedas profundizar en tu sentir, en especial si sos de esas personas que tienen una mente muy activa.

Las personas muy sensibles solemos desarrollar recursos mentales muy eficientes para evitar sentir lo que sentimos. ¿Por qué lo hacemos? Porque no contamos con los recursos necesarios para acompañar nuestro sentir. Los recursos de gestión y acompañamiento emocional no son moneda corriente en los entornos familiares, educativos y de salud alopática, por lo tanto, desde muy temprana edad, armamos nuestra estructura de supervivencia con lo que tenemos cerca, y cuando nos llega la hora de desarrollar recursos propios, automáticamente exponenciamos lo que tenemos. En una cultura que lleva siglos dándole preponderancia a la razón y la mente cognitiva, desarrollamos recursos mentales.
Es así que cuando nos damos cuenta de cuánto hemos reprimido, censurado y juzgado nuestro sentir, nos resulta difícil entregarnos a sentir porque la mente entra en estado de alerta y empieza a llevar a la consciencia todos los recursos que ha desarrollado para evitar sentir. Uno de los recursos más comunes es describir lo que siento, buscar la manera de pasar el sentir al pensar. Si prestás atención, vas a ver que cada vez que querés describir algo que sentís, te alejás del sentir refugiándote en el pensar.

En mi experiencia, no se trata de callar la mente, ponerla en penitencia ni de juzgarla como la enemiga del sentir. Más bien se trata de desarrollar modalidades para que la mente no solo se entusiasme y se entretenga con la exploración del sentir, sino que además se sepa funcional y útil en el proceso de autoliberación de los sentires.

Hoy te propongo tres herramientas prácticas para tal efecto.

En primer lugar, si sos de pensar con palabras, te propongo el juego interno de pensar sin palabras. En lugar de palabras podés jugar a usar la respiración y su ritmo como un código morse. Entonces, la próxima vez que sientas una emoción y la mente empiece a generar palabras, podés respirar profundo y acompañar tu sentir con el ritmo respiratorio: que la respiración le “hable” a las emociones.

Otra forma de profundizar en los sentires es buscar la expresión de lo que siento a través de los cinco sentidos. Entonces, si tengo una emoción claramente alojada en la boca del estómago, voy a usar la actitud alquímica de la curiosidad para detectar el tamaño, la forma, el color, el sonido, el sabor y el aroma de esa emoción. De esta manera, la mente quiere conocer la emoción en lugar de evitarla a toda costa.

Y la tercera herramienta que te propongo hoy es observar la intensidad de lo que sentís. En lugar de recurrir a la estrategia de siempre de nombrar la emoción, vas a elegir una escala, por ejemplo del cero al diez, para medir las emociones cuando surjan. Ante la misma sensación emocional en la boca del estómago, en lugar de alejarte poniéndole una palabra --que dicho sea de paso seguramente es la misma palabra que usa tu familia para referirse a la misma sensación- vas a hacer algo distinto y vas a conocer su intensidad. Digamos que la sensación tiene un 8 de intensidad. A los cinco minutos la volvés a medir. De esta manera, la mente y las emociones empiezan a vincularse desde un nuevo lenguaje que van creando juntas.

Estas son solo algunas propuestas. Te invito también a desplegar tu libertad de imaginar para desarrollar herramientas que te resulten útiles y atractivas a vos.

Si te entusiasma la aventura de descubrir quién eras antes de que te dijeran quién ser, te espero en mi página de Facebook, @CrisalidaAlquimia.

¡Hasta la próxima!

miércoles, 8 de mayo de 2019

Libertad de sentir las emociones




Podcast semanal #29 de Crisálida, escuela de Alquimia Espiritual, incluido en el programa radial "Ágape, queremosvivir en concordia" conducido por María Silvina GonzálezEl audio, seguido por su transcripción, para escuchar o leer, como más te guste.



Bienvenidos al espacio de Crisálida, escuela de Alquimia Espiritual, fundada por quien les habla, Carolina Iglesias.

Continuando con la exploración de la libertad de sentir, hoy te propongo abordar en forma curiosa y consciente la libertad de sentir todas las emociones que se te presentan, cuando se presentan.

Claramente somos libres de sentir las emociones, sin embargo, hemos adquirido el hábito de juzgar las emociones y clasificarlas en buenas y malas, o positivas y negativas. A partir del hábito de juzgarlas, hemos desarrollado y perfeccionado herramientas para evitar sentir las catalogadas como “malas” o “negativas”, o para intentar que pasen lo más rápido posible. Hay industrias enteras dedicadas a vender bienestar en pastillas, gotitas, entretenimiento y demás.

Si ante la menor sensación de incomodidad, molestia, tristeza, decaimiento, angustia o frustración tu acción instintiva es hacer que pase lo más rápido posible y evitar que las personas a tu alrededor noten tu estado, no pasa nada malo con vos: simplemente estás actuando desde la estructura de supervivencia que tenemos todos los seres humanos.

Ahora bien, cuando empezamos a atrevernos a explorar nuestras libertades internas y tomamos consciencia de nuestro obrar automático, no podemos evitar darnos cuenta de que tenemos coartada nuestra libertad de sentir. Y una vez que lo sabemos, podemos ejercer nuestra libertad de ser a partir y elegir continuar con los patrones aprendidos que usa la mayoría o empezar a desactivar las conductas de censura interna de las emociones.

Y elegir atreverse a sentir “lo que surja” requiere mucho valor y coraje. Es un verdadero salto al vacío. Es muy difícil encontrar a alguien cerca que respete nuestra elección, por lo tanto a cualquier emoción que le estemos dando libertad de expresión se le va a sumar la sensación de soledad e incomprensión. Empezar a ser el espacio donde las emociones se expresan suele venir acompañado de muchos momentos de aislamiento.

Si ya estás transitando el camino de liberación emocional, un abrazo gigante de apoyo, admiración y gratitud por tu tarea.

Y si todavía no lo experimentaste, pero el llamado a tu libertad interna es muy fuerte y no sabés cómo empezar, te comparto una herramienta.

Te invito a que te tomes unos diez minutos diarios solamente para sentir. Buscá una posición cómoda, en un lugar tranquilo, preferentemente con el celular apagado. Cerrá los ojos y empezá a sentir tu respiración. Sentí el aire que entra y sale por la nariz, explorá si respirás más cómodo con la boca cerrada o entreabierta. Y luego imagínate que estás por entrar en un lugar en el que hay que ir en silencio –esto es para calmar un poco los pensamientos. Llevá tu atención al lugar del cuerpo que más te llame, donde sientas tensión, contractura o dolor. Tu atención y tu respiración son como la visita y la compañía más esperada. Entonces llevá la respiración y la atención --que podés visualizarla como una esfera de luz, a esos lugares del cuerpo. Permitite acompañarte en ese sentir, sin buscar calmar ni cambiar nada, solo ser una compañía incondicional que te dice “no estás sola, vengo a sentir con vos”. Que las partes doloridas o contracturadas sientan tu energía presente. Y luego, cuando empiecen a aflorar emociones, te invito a que hagas lo mismo: que las acompañes con respiración y atención. Acompañá las palpitaciones, las sensaciones de miedo y las de vacío. No te abandones. Las emociones son como niños pequeños muy asustados que han sido abandonados. Te invito a que vayas al encuentro de esos niños internos con toda la suavidad, paciencia y amor que puedas hacer fluir.

Abrirse a la libertad de sentir significa comprometerse con uno mismo a no abandonarse nunca más.

Si te entusiasma la aventura de descubrir quién eras antes de que te dijeran quién ser, te espero en mi página de Facebook, @CrisalidaAlquimia.

¡Hasta la próxima!

miércoles, 1 de mayo de 2019

Libertad de sentir - Introducción



Podcast semanal #28 de Crisálida, escuela de Alquimia Espiritual, incluido en el programa radial "Ágape, queremosvivir en concordia" conducido por María Silvina GonzálezEl audio, seguido por su transcripción, para escuchar o leer, como más te guste.





Bienvenidos al espacio de Crisálida, escuela de Alquimia Espiritual, fundada por quien les habla, Carolina Iglesias.

Dentro del amplio espectro de la libertad de ser podríamos decir que sus dos pilares fundamentales son la libertad de pensar y la libertad de sentir. En las emisiones anteriores compartí algunas perspectivas referidas a la libertad de pensar, y hoy te invito a empezar a explorar la libertad de sentir.

¿Qué es lo primero que surge en vos como respuesta a la frase libertad de sentir? ¿Tiene que ver con sensaciones físicas? ¿Tiene que ver con un despliegue de emociones? ¿Tiene que ver con la capacidad de percibir las energías con una sutileza que trasciende las sensaciones físicas y las emociones?

Te propongo empezar desde lo más básico, desde el sentir que compartimos todos los seres humanos que es el de las sensaciones físicas.

Para esta introducción a la libertad de sentir consideremos algunas sensaciones físicas habituales. Se me ocurre citar el frío, el calor, la picazón, la sensación de ganas de comer,  las respuestas instintivas ante el volumen alto o bajo de la televisión o de algo que reproducimos en el celular, el cambio de posición ante una incomodidad o incluso buscar un apoyo ante la menor percepción de cansancio.

¿Nos damos la libertad de sentir estas pequeñas molestias o reaccionamos en forma instintiva como si esa fuera la única alternativa? ¿Se te ocurrió alguna vez explorar la sensación de picazón antes de rascarte? ¿Qué posibilidades se abrirían en nuestra experiencia si nos permitiéramos unos segundos de exploración curiosa ante una sensación que produce una reacción inmediata?
En primer lugar, solo podemos permitirnos una exploración de este tipo si tenemos habilitada una mínima capacidad de disociar en nosotros a la conciencia que observa de la conciencia que experimenta.

Si todavía no la reconociste y te resuena lo que estoy diciendo, es muy probable que en los próximos días te des cuenta de que te rascaste sin darte cuenta mientras te estés rascando o justo cuando la picazón se calmó. Podés considerar eso como la antesala a darte cuenta con la anticipación necesaria para elegir.

Una vez que reconocés ese microsegundo en el que podés elegir rascarte o explorar la sensación de picazón es que esa disociación ya está activada.
Quizá al principio prefieras rascarte como elección libre en lugar a rascarte por instinto inconsciente.

El siguiente paso va a ser permitirte explorar la sensación de picazón antes de hacerla desaparecer. Entonces, cuando te pique el brazo, te abrís a la oportunidad de sentir esa picazón durante el tiempo que sea soportable. No se trata de generar una gran incomodidad, sino de aventurarse a la libertad de sentir desde las perspectivas alquímicas de la curiosidad y de la libertad de ser.
Si ante una sensación inofensiva como una picazón mi única alternativa disponible es rascarme, mi libertad de sentir está comprometida.

Te propongo empezar a liberar tu sentir con ejemplos simples como este o los que mencioné anteriormente: el frío, la incomodidad de una posición o la sensación de ganas de comer.

Si te entusiasma la aventura de descubrir quién eras antes de que te dijeran quién ser, te espero en mi página de Facebook, @CrisalidaAlquimia. ¡Hasta la próxima!