Podcast semanal #007 de Crisálida, escuela de Alquimia Espiritual, para el programa "Ágape, por una ciudad educadora". El audio, seguido por su transcripción, para escuchar y/o leer, como más te guste.
Bienvenidos
al espacio de Crisálida, escuela de Alquimia Espiritual, fundada por quien les
habla, Carolina Iglesias.
En esta oportunidad quiero empezar a hablar
de un ingrediente fundamental e ineludible a la hora de emprender el camino de autodescubrimiento
y transformación: el amor incondicional por uno mismo.
Antes de adentrarme en el tema, vamos a
desmantelar el argumento que dice que amarse a uno mismo es ser egoísta. Si una
persona me acusa de egoísta por enfocarme en amarme a mí, en realidad lo que está
reclamando es que me enfoque en amarla a ella, desatendiendo mis propios
requerimientos de ser necesario. Visto así, ¿quién es la egoísta en ese
escenario? Se trata de un argumento basado en la carencia y la victimización de
quien reclama. Es un argumento de codependencia típico de las capas de
estructura de supervivencia. Solo quien no se ama a sí mismo puede acusar de
egoísta a otro que elige ser su propia prioridad.
Si estás entre los que se aburrieron de
ese modelo y estás buscando reconocer y redescubrir eso que te hace único e
irrepetible, mis palabras van a alentar y apoyar tu búsqueda. Estoy convencida
de que quien reconoce su particularidad original contribuye al todo con
expresiones y creaciones genuinas; además, hace aportes desde un espacio de
libertad y respeta la libertad de la diversidad que lo rodea.
La propuesta desde Crisálida es
convertirte en eso que buscás: ser quien te ama como te gusta que te amen y a
la vez ser quien reciba feliz el amor que das incondicionalmente.
¿A qué me refiero cuando hablo de amor
incondicional por uno mismo? Aludo a “eso” que todos buscamos y que no podemos
definir claramente, pero que tiene que ver con la aceptación, con el permiso de
ser, con la celebración, la alegría, la escucha atenta; el aliento ante los
errores y el abrazo ante la frustración. Amor incondicional es eso que te
recibe, te contiene y te sostiene hagas lo que hagas, digas lo que digas,
calles lo que calles y vibres como vibres; incondicional hayas hecho lo que
hayas hecho y lo que sea que vayas a hacer, decir, callar y ser de ahora en
más.
¿Cómo sería prácticamente amarse a uno
mismo? Te cuento lo que significa para mí. Amarme a mí misma significa ocuparme
de darme lo que necesito, brindarme espacios de libre expresión. Amarme implica
abrazar los fragmentos de mi identidad que están atrapados en estructuras de
carencias, miedos e intolerancias. Amarme a mí misma significa convertirme en
un espacio seguro e incondicional en donde recibir a todos los fragmentos
incomprendidos y confundidos que buscan volver a su hogar. Amarme a mí misma
significa acompañarme con paciencia en mis procesos; tratarme con respeto y
cariño, especialmente cuando hay partes de mí haciendo berrinches
descontrolados. Amarme a mí misma significa transformarme en quien busco, una
respiración a la vez.
Amor incondicional por uno mismo en la
etapa de la Crisálida es el proceso por el cual la identidad aprende a amarse sí misma
con la misma incondicionalidad que es amada por su Esencia, el Universo y la
inefable Nada-Todo.
Desde nuestro centro, los aspectos de la
identidad ya integrados a la Esencia le abren los brazos amorosos a todos los
fragmentos de identidad que están en las capas de camuflaje listos para
retornar y unificarse también.
La metamorfosis no estará completa hasta
haber integrado hasta el último fragmento de identidad. Solo entonces el
capullo de supervivencia podrá ser disuelto por completo.
La incondicionalidad requerida para este
proceso solo puede venir de uno mismo. Y esa es la invitación de hoy. ¿Qué
significa para vos amarte incondicionalmente? ¿Recordás la incondicionalidad
por vos mismo que tenías de niño? ¿En qué áreas no comprometiste esa capacidad?
¿Qué áreas están sedientas de tu mayor pureza? ¿Cuál sería tu próximo paso en
este proceso?
Si te entusiasma profundizar la aventura
de descubrir quién eras antes de que te dijeran quién ser, te espero en mi
página de Facebook, @CrisalidaAlquimia. Hasta la próxima.
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