Comparto el tercer micro semanal de Crisálida, escuela de Alquimia Espiritual, para el programa "Ágape, por una ciudad educadora".
El audio, seguido por su transcripción.
Bienvenidos al espacio de Crisálida,
escuela de Alquimia Espiritual, fundada por quien les habla, Carolina Iglesias.
La primera invitación de la Crisálida es
adentrarnos en nuestro mundo interior con el propósito de empezar a reconocer
nuestra huella digital original, nuestro ADN cósmico. En términos más simples,
empezar a reconocer aquello que nos hace únicos e irrepetibles. Si bien esta
propuesta puede generar mucho entusiasmo en muchos de nosotros, también genera
un conflicto: “¿Y si no me gusto?”. Entonces, a menudo preferimos crearnos una
identidad de fantasía y buscamos sostenerla a cualquier precio.
Creer que lo desconocido no me va a gustar
o que es algo de lo que me tengo que cuidar parte del diseño básico de la
experiencia distorsionada que dice que todo lo oscuro, lo desconocido y lo
incierto es algo a lo que temer. Sin embargo, la naturaleza nos muestra que
todas las creaciones nacen de un ámbito oscuro, desconocido e incierto. Los
mamíferos nacemos de un vientre oscuro que está totalmente equipado para
sostener al embrión hasta que esté maduro para nacer. Un huevo o una crisálida
también son ámbitos oscuros de gestación. El suelo de donde emergen las plantas
es oscuro, misterioso y fértil. Incluso el fondo del mar, que sostiene las
aguas que vemos de un azul-turquesa cristalino es sumamente oscuro. Partiendo
de la observación del mundo natural que nos rodea, te invito a considerar que
lo oscuro, lo desconocido y lo incierto sea una fuente de amor y no una fuente
de miedo.
Antes de invitarte a aventurarte a
descubrir tu particularidad, voy a invitarte a observar durante unos días todas
las respuestas automáticas que se desprenden de la premisa de que lo oscuro, lo
desconocido y lo incierto es una fuente de miedo. Te propongo observar tus
pensamientos. Los pensamientos a los que me refiero son los que expresan
desconfianza, extremo cuidado y sospecha. También están en la bolsa los
pensamientos de control. El querer controlar una situación o una conducta
refleja que si sé lo que va a suceder o cómo va a suceder estoy mucho más
tranquila que si no lo sé. Y si quiero evitar lo que no sé, es porque tengo de
base el programa que dice que debo temer a lo desconocido.
Por otra parte, también te propongo
observar tus emociones y las reacciones de tu cuerpo físico ante una situación
desconocida. A veces una situación desconocida puede ser la sala de espera de
un médico o un trámite. Otras veces incluso puede ser ir a una reunión en la
que no conozco a nadie. En la actualidad, el método de escape para evitar
sentir la incomodidad ante lo desconocido es refugiarnos en las pantallas
conocidas de nuestro teléfono celular. Te invito a observar ese acto reflejo, y
si podés, observá y acompañá tus emociones y tu cuerpo unos minutos antes de
abrirlo.
Estas propuestas de observación son para
empezar a tomar conciencia de las conductas y reacciones automáticas ante lo
desconocido, para revisarlas y poder elegir libremente. ¿Cómo actuaría y
respondería si en lugar de temer tuviera plena confianza en lo desconocido e
incierto?
Si te entusiasma profundizar en la aventura
de descubrir quién eras antes de que te dijeran quién ser, te espero en mi
página de Facebook, @CrisalidaAlquimia. ¡Hasta la próxima!
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