Comparto el segundo micro semanal de Crisálida, escuela de Alquimia Espiritual, para el programa "Ágape, por una ciudad educadora".
El audio, seguido de su transcripción.
Enlace al audio haciendo clic acá.
Bienvenidos al espacio de Crisálida,
escuela de Alquimia Espiritual, fundada por quien les habla, Carolina Iglesias.
Hoy
traigo una propuesta alquímica sobre los primeros pasos. Lo hago mirando mi
fondo de pantalla con una foto de cuando tenía un año, en la que estoy dando
uno de mis primeros pasos. Se ven un par de manos amorosas que me sostienen los
bracitos. Mi semblante es radiante, con una amplia sonrisa y destellos de
entusiasmo en la mirada. En ese momento, lo que hoy llamo tropezones, caídas e
intentos fallidos eran percibidos como el inicio de una actividad, como el
natural proceso de adquirir una nueva destreza en la que muy pronto adquiriría
maestría. Me ayudaba que los adultos a mi alrededor lo percibían de la misma
manera.
En
junio di inicio a mi emprendimiento de autodescubrimiento y transformación
personal. Elegí aplicar la perspectiva de los primeros pasos de un bebé con el
propósito de estar presente, disfrutar y conocer más sobre mí cuando empiezo
algo nuevo. El primer evento de Crisálida tuvo mucha más convocatoria de la que
yo esperaba, y al segundo no fue nadie. Todos los días publico una reflexión en
Facebook. Algunas tienen mucha aceptación y comentarios; otras, muy poquitos, y
otras parecen pasar desapercibidas. Una persona está encantada con las
entrevistas particulares. Silvina me invita a tener un micro en la radio. Así
son los primeros pasos de Crisálida, y la perspectiva del desarrollo y
crecimiento orgánico hace que disfrute cada una de sus instancias iniciales.
Sin
embargo, no siempre viví así mis nuevos emprendimientos. Había aprendido que
debía fingir ser exitosa, exagerar los logros y ocultar lo que el mundo llama
fracasos. Para construir una base sólida debía mentir y fingir cómo eran sus
cimientos en realidad. Lo más doloroso era escuchar a quienes –a los gritos-
querían darme consejos sobre primeros pasos para evitarme los tropezones que
ellos dieron. ¡Como si un bebé pudiera evitar aprender a caminar sin caerse
solo porque sus padres ya no se caen! Es un desafío diario descartar esa
perspectiva colectiva y alinearme con la mía, más sincera, vulnerable y
realista. Es una destreza que requiere práctica constante.
Desde
este espacio hoy te propongo que consideres en qué estás dando primeros pasos.
¿Un emprendimiento? ¿Estás aprendiendo a tocar un instrumento, a pintar o a
hablar un nuevo idioma? ¿Te animaste a aprender a manejar o a practicar un
nuevo deporte? ¿Acabás de ser mamá o papá? ¿Tenés un trabajo nuevo?
La propuesta
alquímica es que te acompañes en esos primeros pasos con curiosidad. ¿Cómo son
los primeros pasos de este nuevo emprendimiento? ¿Cómo son mis primeros pasos
en esto que estoy aprendiendo? ¿Cuál es el ritmo incial de mi nueva actividad? ¿Cómo
soy yo dando estos primeros pasos? ¿Qué me entusiasma de este momento? ¿Qué
aporte original tengo para esta instancia? Si surgen voces de crítica, las
enfrento y me pregunto: “¿Le diría esto a un bebé de un año que está
aprendiendo a caminar?”. Si la respuesta es no, dialogo con mi aspecto crítico
y le digo: “¿Qué palabras sabias y amorosas se esconden detrás de esa capa de
crítica? Estoy lista para escucharlas”.
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