jueves, 16 de agosto de 2018

El proceso de transformación



Podcast semanal #006 de Crisálida, escuela de Alquimia Espiritual, para el programa "Ágape, por una ciudad educadora". El audio, seguido por su transcripción, para escuchar y/o leer, como más te guste.




Bienvenidos al espacio de Crisálida, escuela de Alquimia Espiritual, fundada por quien les habla, Carolina Iglesias.
En la entrega anterior, dijimos que Alquimia Espiritual es el proceso de pasar de una percepción fundada en Oscuridad-Miedo a otra fundada en Oscuridad-Amor. Si bien dicho así esto puede sonar muy abstracto o muy romántico, se trata de una propuesta de aplicación bien práctica.
Veamos cómo sería. Hace unas semanas te propuse empezar a observar todos los mensajes que recibís en forma de orden para detectar a la autoridad que está detrás de ella. Si cuando recibo un mensaje en modo imperativo mi reacción inmediata es obedecerla o al menos aceptarla como verdadera –incluso rebelarme contra ella, con una carga emocional fuerte-, se trata de una reacción basada en oscuridad-miedo. En algún punto existe el mandato interno que dice: “hacé lo que te dicen para evitar consecuencias indeseables”. En el momento en que me permito observar mi reacción con curiosidad y cuestionar la voz detrás de la orden, ya hice un cambio. La versión que observa no se identifica con la voz que me incita a obedecer por miedo. La versión que observa tiene una perspectiva más amplia que le permite observar y escuchar a la versión que suele reaccionar, le permite dialogar con ella. La versión con mayor perspectiva está alineada, o más cerca de estar alineada, con la premisa Oscuridad-Amor.
Es en esta actitud curiosa de observar nuestros pensamientos y reacciones que vamos descubriendo cómo hemos construido nuestro camuflaje; vamos descubriendo qué pensamientos, reacciones y conductas imitamos de nuestro entorno para armar nuestro capullo de supervivencia. Una vez reconocida la estructura como de nuestra propia creación –incluso todas las capas construidas en forma inconsciente- y vemos lo bien que la hemos configurado ya que estamos vivos, sobrevivimos, cumplió su función, esta estructura matricial puede pasar de ser capullo de supervivencia a laboratorio de transformación: el laboratorio en el cual realizar la alquimia espiritual que desarticule las estructuras que ya no necesitamos.
Así entendida, la estructura que en un primer momento podemos sentir como limitante se transforma en la materia prima para redescubrirnos, transformarnos y empezar a expresar nuestra particularidad original libremente.
En mi propia observación noté que había hecho que una de las capas de camuflaje de mi Crisálida fuera mi “jefe”, mi “autorizad”, mi “juez”, incluso “mi dios”.
Si visualizo mi crisálida como una esfera en cuyo núcleo está la configuración original de mi particularidad, las capas más alejadas de ese núcleo son el camuflaje de imitación del entorno. Cuanto más tiempo paso en las capas, más alejada me siento de mí misma. Es así que yendo “hacia adentro”, “hacia mi centro”, “hacia atrás”, retorno a la perspectiva de mi esencia. Desde esa perspectiva central, la capa de camuflaje que puse como mi juez va perdiendo poder y autoridad, ya que la autoridad y soberanía regresa a la Esencia, que paradójicamente, no juzga. La identidad que con su libre albedrío realiza este movimiento hacia el centro, hacia adentro y hacia atrás,  va fundiéndose poco a poco con la Esencia, produciéndose así la metamorfosis humana a medida que juntas disuelven las capas de distorsión.
¿Cuál es el punto cúlmine de esta transformación? No lo sé, ya que aún estoy transitando el proceso. Sin embargo, participar conscientemente de mi transformación es en sí mismo es fascinante. Y dado que cada vez vivo más alineada con perspectivas de Oscuridad-Amor, lo incierto que me depare el futuro solo puede ser cada vez más fascinante y maravilloso.

Si te entusiasma profundizar la aventura de descubrir quién eras antes de que te dijeran quién ser, te espero en mi página de Facebook, @CrisalidaAlquimia. Hasta la próxima.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario