lunes, 3 de septiembre de 2018

Dinámica víctima-agresor-salvador

Podcast semanal #008 de Crisálida, escuela de Alquimia Espiritual, para el programa "Ágape, por una ciudad educadora". El audio, seguido por su transcripción, para escuchar y/o leer, como más te guste.





Uno de los pilares en el autodescubrimiento de nuestro ADN cósmico -esa geometría energética particular que vinimos a expresar a partir de nuestra identidad humana- es la tarea de recuperar la percepción de nuestra libertad de SER. Dicha tarea implica necesariamente observar los pensamientos con los que hemos construido nuestra estructura de supervivencia, cuestionarlos y elegir de nuevo, ya no con el propósito de supervivencia sino con el propósito de empezar a contribuir con creaciones originales.
Hoy te propongo observar, de la manera más neutra posible, el triángulo que sostiene muchísimas capas de supervivencia del género humano. Se trata de la dinámica víctima - agresor – salvador. La víctima ocupa el rol del “pobrecito”, del que no puede, del que no tiene los recursos necesarios para su vida, del que todos deben apiadarse, es el rol del más débil, el que se cree incapaz de recuperar o desarrollar su propia fortaleza. El rol de víctima debe necesariamente tener suspendido, olvidado o censurado su aspecto fuerte, equilibrador y defensor de las fronteras de su configuración particular. El rol del agresor, por otra parte, aprovecha la autocensura de poder de la víctima para ejercer su propio poder sobre ella y su territorio. El agresor, para poder agredir, tiene que tener autocensurada su capacidad de empatizar con el sentir de la víctima. El triángulo se completa con la figura del salvador, que empatiza con la víctima y le ofrece su propia energía equilibradora y defensora de frontera para salvarla del agresor. El rol del salvador no activa la energía de poder en la víctima, sino que ofrece la propia para sentirse bien consigo mismo. En esta dinámica, ninguno de los roles está equilibrado ni tiene todos sus aspectos energéticos funcionales activos. Todos parten de una gran desvalorización y de una herida muy profunda, y a partir de esa plataforma de distorsión inconsciente, actúan.
Esta dinámica se ve claramente en la sociedad en grupos de defensa, protesta y denuncia. Al adentrarme en mi crisálida para observar esta dinámica de cerca, me sorprendió descubrirla incluso en los reclamos de justicia. ¿Qué reclamo cuando pido justicia? ¿Quiénes piden justicia? ¡Las víctimas y los salvadores! Si la juego de víctima, reclamo que todos los agresores paguen y sufran por lo menos un poquito de lo que me hicieron sufrir a mí. Y en ese caso ¿de qué me sirve un agresor encerrado si mi campo energético sigue desprovisto de mi fortaleza interna, es decir, de lo único que realmente podría permitirme vivir segura? Si en cambio la juego de salvadora, hago que la fuerza de mi voz y mi actuar suplan la fortaleza de la víctima, reforzando su condición de víctima, ya que al defenderla y salvarla yo me creo poderosa y valiosa. La triste verdad de la salvadora es que sin víctimas ni agresores, no tiene razón de ser, ya que nunca se le ocurrió usar su fortaleza y su voz para la creación de algo original, porque en el fondo no se siente capaz de hacerlo.
Cuando me atreví a mirar este juego de frente, me pregunté: “¿Qué es capaz de crear una persona totalmente libre de esta dinámica? ¿Qué es capaz de crear una sociedad totalmente libre de esta dinámica?
Y sin dudarlo, decidí averiguarlo, empezando por mí. Mi intención es recuperar la funcionalidad completa de mi ser en armonía dinámica, dejando en libertad todos mis aspectos energéticos constitutivos. Para llevar a cabo esta tarea de autoliberación, tengo que estar dispuesta a observar con curiosidad, neutralidad y compasión toda mi estructura de pensamientos, sentires y acciones. Al observarme, detecto y descubro dónde tengo activa la dinámica de víctima-agresor-salvador, y es entonces que con amor incondicional puedo llegar a percibir la inocencia de los tres roles, cualquiera sea el más preponderante, y proceder a desactivar la dinámica completa.
Se trata de un modelo en desarrollo. Es una propuesta artesanal y comprometida de reorganización interna a partir de la toma de conciencia. Y hoy te invito a preguntarte, ¿te atrevés a mirar esta dinámica de frente? ¿Cómo ves este juego vos? ¿Lo estás jugando por elección libre?
Generar procesos para desmantelar la estructura de supervivencia y empezar el armado del vehículo más adecuado para mi expresión original es mi primera vocación; y ahora también disfruto compartir mis desarrollos con quienes resuenen con ellos.
Si te entusiasma profundizar la aventura de descubrir quién eras antes de que te dijeran quién ser, te espero en mi página de Facebook, @CrisalidaAlquimia. Hasta la próxima.

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