martes, 18 de septiembre de 2018

Inclusión de las minorías internas

Podcast semanal #010 de Crisálida, escuela de Alquimia Espiritual, para el programa "Ágape, por una ciudad educadora". El audio, seguido por su transcripción, para escuchar y/o leer, como más te guste.




Bienvenidos al espacio de Crisálida, escuela de Alquimia Espiritual, fundada por quien les habla, Carolina Iglesias.
En esta oportunidad quiero hablar sobre la mayoría y la minoría dentro de la crisálida, es decir, en nuestro espacio interior. En la realidad externa en la que vivimos, está ampliamente aceptado que ante una situación en la que las partes no están de acuerdo, gane el voto mayoritario. De esta manera, lo que propone la minoría se pierde, no se incluye, o pasa a ser parte de “la oposición”. Al armar nuestra estructura de supervivencia, todos solemos incluir esta dinámica. Sin embargo, cuando nos disponemos a reconocernos y transformamos, vemos que este modo de resolución no funciona en nuestro universo interno. Allí, se vuelve prioritario encontrar la forma de que tanto nuestros aspectos mayoritarios como los minoritarios tengan libertad de expresarse y ser tenidos en cuenta.
Así, en nuestro discurso habitual, elegimos por la mayoría y decimos por ejemplo: “Tengo miedo” o “Tengo confianza”, aunque lo más probable es que ni tengamos miedo al ciento por ciento, ni tengamos confianza al ciento por ciento. Dependiendo de la situación, la cuota mayoritaria va a ser de confianza, o de miedo o resistencia.
                A fin de lograr claridad en cuanto a la composición de mi pensar y mi sentir en una situación determinada, propongo adoptar una herramienta de medición. Te cuento una que me resulta muy práctica y sencilla. Tengo dos botellitas iguales, una llena de arroz y la otra vacía. Cuando detecto una situación en la que mis aspectos no están unificados, me hago una pregunta y mido la intensidad de mi respuesta mayoritaria trasvasando el arroz de una botellita a la otra.  
Por ejemplo, digo: “quiero hacer tal cosa”, y descubro que una parte de mí tiene muchas ganas de hacerla, mientras que otra parte de mí se resiste. Elijo medir mi grado de confianza y me pregunto: “¿En cuánto quiero hacerlo?”, y trasvaso. Enseguida tengo una imagen bien concreta de mi grado de confianza en una botellita y de mi grado de resistencia en la otra. Luego entablo un diálogo con cada una de ellas. Primero le pregunto al aspecto que tiene confianza por qué quiere hacerlo, qué mueve su entusiasmo. Luego paso al aspecto que está sosteniendo la resistencia. Le pregunto qué inteligencia, qué lógica está sosteniendo esa resistencia, y escucho. Tal vez tenga que ver con una situación incómoda pasada que no quiero repetir o tal vez se trate de una falta de madurez.  Por eso es muy importante prestarle atención a esa cuota minoritaria, para poder atenderla y darle lo que necesita.
En este ejercicio, formo un triángulo concreto. Ese  yo que terceriza empieza el proceso de unificación a partir de su atención respetuosa a ambos aspectos en aparente conflicto.  
A partir de esta escucha curiosa, descubro que mi aspecto que tiene confianza quizás actuaría ya, mientras que la otra parte, por ejemplo, tiene la percepción de una sutileza más sabia que dice “todavía no es el momento, hay que esperar”. Entonces, no es que el aspecto minoritario sostiene un “no” rotundo, sino que es un “no todavía”. Así, desde mi punto central que escuchó a ambos aspectos, voy a tomar una decisión integradora.
Si te resuena mi propuesta, te invito a probarla. Y si no, te aliento  a que busques tu propia forma de incluir a todos tus aspectos con amor y respeto.


Si te entusiasma profundizar la aventura de descubrir quién eras antes de que te dijeran quién ser, te espero en mi página de Facebook, @CrisalidaAlquimia. Hasta la próxima.

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