Podcast semanal #022 de Crisálida, escuela de Alquimia Espiritual, incluido en el programa radial "Ágape" conducido por María Silvina González. El audio, seguido por su transcripción, para escuchar o leer, como más te guste.
Bienvenidos al espacio
de Crisálida, escuela de Alquimia Espiritual, fundada por quien les habla,
Carolina Iglesias.
Hoy te propongo hacer alquimia en
tu particularidad individual a partir de una noticia cualquiera de la
actualidad.
Te invito a elegir un tema de
actualidad que te interese o que te despierte algún tipo de respuesta o carga
emocional fuerte. El ejercicio es de observación curiosa, de descubrimiento, de
ir más allá de lo que percibo habitualmente.
Empiezo por reconocer la carga o
la respuesta emocional que el tema me genera. ¿Dónde se ubica en mi cuerpo?
¿Qué densidad tiene? Y me quedo unos segundos con la atención puesta en lo que
siento. Luego voy a intentar detectar la dinámica detrás del tema que elegí.
¿Es una dinámica de enfrentamiento en la que hay dos bandos? ¿Es una dinámica
de reclamo, en donde pareciera haber una disparidad de autoridad o de poder?
¿Es una dinámica de acción, corrección, reparación? ¿Es una dinámica de crítica?
¿ES una dinámica de denuncia? ¿Es una dinámica de creación de algo nuevo? ¿Qué
estaría diciendo sobre mi momento presente la dinámica que elegí?
Vuelvo a focalizarme en las
sensaciones. ¿Se modificó mi sentir de alguna manera a partir de haberme hecho
algunas preguntas? ¿Se movió de lugar, se expandió, se agitó, se aquietó? Sigo
observándome con curiosidad inocente, como quien viene de otro planeta a
conocer a este ser humano que soy en este momento.
Vuelvo a las preguntas. ¿Desde
qué perspectiva estoy abordando el tema? ¿Me ubico en alguno de los extremos?
Si dependiera de mí, ¿qué suerte querría que corriera el otro extremo, o el
otro bando o mi interlocutor? ¿O más bien estoy mirando desde una perspectiva
conciliadora y unificadora? Recuerdo que estoy en un espacio seguro de
autoobservación en el que puedo ser totalmente sincera conmigo misma. Me
permito observar pensamientos y sensaciones que serían muy inconvenientes de
compartir con otros. ¿Qué dice mi actitud ante lo que miro sobre mí aquí y
ahora?
Y así, de a poquito, voy pasando
del tema de actualidad que sucede allá afuera a descubrir las tramas y las
dinámicas de pensamiento del que reacciona o responde al estímulo externo, es
decir, de mí misma. Si cada uno de los actores del tema de actualidad fuera un
aspecto dentro de mí, ¿cómo me gustaría que se desarrollaran los pasos
siguientes? ¿Es mi intención desarticular, desautorizar o eliminar algún
aspecto? ¿Hay permiso en este espacio de observación para que todos los
aspectos den su punto de vista sobre el tema? ¿Cómo se resuelven los conflictos
en mi interior? ¿Siempre gana la mayoría? ¿Qué otras posibilidades hay?
Y de nuevo, suelto las preguntas
y los pensamientos y vuelvo a enfocarme en lo que siento. Si puedo, le pido a
la mente que haga silencio unos segundos para poder sentir otra vez qué efecto
físico me genera toda esta observación.
Regreso a las preguntas. ¿De
quién aprendí a mirar este tema de esta manera? ¿Me he permitido mirarlo desde
otro ángulo? ¿Soy veloz para adoptar la perspectiva de un periodista u
opinólogo en lugar de generar una perspectiva propia? ¿Qué valoración le doy a
mis propias perspectivas? ¿Me permito considerar perspectivas opuestas o
contrarias a la mía? ¿Qué pasa cuando lo hago? ¿Con qué intención las considero
o con qué intención las evito?
Este tema que elegí, ¿me toca de
cerca en alguna experiencia o prefiero temas que me distraen de mis
experiencias personales? ¿Suelo tomar partido por situaciones por las que nunca
pasé como si supiera y las conociera? ¿Defiendo o ataco acciones y actitudes
poniéndome en el lugar de víctima porque estuve en situaciones similares?
Y luego vuelvo a mi cuerpo, a
sentir qué sensaciones me visitan a partir de estas consideraciones. Y sigo
alternando, preguntas –una observación mental- con una observación de
sensaciones.
Lo que observamos a escala macro
son las proyecciones de la sumatoria de las actitudes particulares de todos los
seres humanos. Para que la proyección se modifique hay que cambiar lo que cada
proyector proyecta, no la proyección en sí. Eso sería como estar frente al
espejo y cepillar los dientes de la imagen del espejo en lugar de los míos.
Este sencillo ejercicio de
autoobservación usando lo que miro y lo que me interesa como punto de partida
puede aportarme mucha información sobre mis condicionamientos. Al observar mis
condicionamientos con curiosidad, mi configuración original empieza a revelarse
y a aceitarse, produciendo la alquimia que transforma el condicionamiento en
libertad plena.
Si te entusiasma la aventura de descubrir quién eras, antes de que te
dijeran quién ser, te espero en mi página de Facebook @CrisalidaAlquimia.
¡Hasta la próxima!
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